En la edición #8 de Escribe con Clau y luce profesional, aprende cómo una conjunción adversativa es tu amienemiga. Todo depende de cómo la usas.
Antes de que cierres porque “conjunción adversativa” suena a chino mandarín, “conjunción adversativa” es un conector que contrapone o que amplía la información señalando algo especial.
En palabras concretas, vas a aprender a usar el pero.
Los tres usos del pero
1️⃣ El pero para desinflar
No nos digamos mentiras: el “te quiero, pero…”, “está bien, pero…” y “quisiera hacerlo, pero…” son una pesadilla. Aquí, el pero estropea la felicidad completa: rompe el corazón o señala de inmediato que algo no está bien.
Entonces, si quieres desinflar a alguien, dejarle un mal sabor de boca o enfatizar en lo negativo, la fórmula es:
🧬 Algo positivo, pero algo negativo.
De hecho, el “sí, pero…” delata a las personas negativas o a las que tienen como deporte poner excusas.
Un día estaba ayudando a mi prima con sus redes sociales (me metí donde no me habían llamado solo por darle una mano porque veía que ella no iba para ningún lado).
Yo: “El truco es este”.
Ella: “Sí, pero…”.
Yo: “Crea esto y lo otro”.
Ella: “Sí, pero…”.
Al cabo de cinco respuestas así, tiré la toalla y me di cuenta de que, como me decían en el colegio, “puedes llevar el caballo al bebedero, pero no puedes obligarlo a beber”.
De hecho, es un común denominador en los comentarios en redes sociales:
❌ “Sí, pero mi sector es diferente”.
❌ “Sí, pero yo escribo de forma más tradicional”.
❌ “Sí, pero mi cuñado lo hace más barato”.
En este caso, el pero deja mal sabor de boca y enmarca la excusa o lo negativo.
En este uso del pero negativo, no se trata de que lo quites de tu vocabulario. Es útil en determinadas circunstancias. Solo que hay que saber que rompe el corazón: “Te quiero, pero como amigo”. 💔
2️⃣ El pero para negociar, empatizar o persuadir
Esta conjunción adversativa no es tan mala si le das la vuelta. En este caso, la fórmula es:
🧬 Algo negativo, pero algo positivo.
O
🧬 [Tu opinión], pero [yo le doy la vuelta así].
Mira cómo cambia:
💔 “Te quiero, pero solo como amigo”.
💜 “Solo somos amigos, pero te quiero”.
Es la misma conjunción adversativa (pero), pero deja un sabor de boca diferente. Claro, lo dices en contextos diferentes y esto contribuye, pero la clave está en la construcción.
El pero abre la puerta a aquello con lo que quieres que se quede tu lector: positivo o negativo.
Sabiendo que el pero también puede dejar un buen sabor de boca, ahora vamos con otro uso, pero en esta misma línea. Lee esta publicación:
Ese pero (que a ojos de cualquiera pasa desapercibido) sostiene la publicación; de ahí su éxito.
Se trata de un “Sí, tienes razón, pero mira este otro punto”. Así, abres un mundo nuevo al lector con el que se sentirá identificado o ante un descubrimiento. Mejor dicho, lo que escribes no pasa desapercibido.
Cuando lo usas de esta manera, el pero es útil para persuadir o negociar siempre y cuando retomes palabra a palabra las objeciones o los pensamientos de tu lector y, luego, señales tu pero de forma positiva.
No es:
❌ “Tú dices esto, pero está mal”.
Así no convences a nadie. De hecho, rompes cualquier opción para persuadir o negociar.
Es:
✅ “Tú afirmas esto, pero tienes esta otra opción”.
✅ “Tú lo ves de esta manera, pero puedes verla de esta otra”.
✅ “Tú opinas así, pero puedes darle este giro”.
De esta manera, después del pero queda algo positivo y abres la puerta a una nueva opción (algo indispensable para sacar a tu lector de su punto de vista y persuadirlo).
Ahora lee:
En este escenario, el pero abre una nueva posibilidad (también dentro de lo positivo): enmarca lo diferente (y, dependiendo del contexto, te sirve para resaltar la rebeldía o una solución fuera de lo esperado).
La fórmula es esta:
🧬 Todos [hacen algo]. Pero yo [hago esto otro].
🧬 Siempre ocurre [esto]. Pero [suceso inesperado].
Entonces, recapitulemos el segundo uso del pero:
💡 Enmarcas lo positivo;
💡 Abres una nueva posibilidad; o
💡 Muestras que tienes un secreto mágico o hay algo que se sale del común denominador.
3️⃣ El pero en las historias
Las historias son un imán de lectores: siempre contamos la vida de alguien más o la de nosotros mismos. Pasamos las noches viendo historias (Netflix, HBO+, Star+, Amazon o Apple TV), vamos al cine o al teatro, leemos un libro o estamos con nuestros amigos contando u oyendo historias.
Ya que son tan atractivas, necesitas aprender a contarlas. No hay una estructura única para hacerlo; sin embargo, sea cual sea la estructura, la clave está en el conflicto (o el punto problema-solución).
Aquí es donde entra el pero en acción: introduce los puntos álgidos de la historia.
Tomemos Caperucita.
Una niña no le hizo caso a su mamá y habló con un lobo. Como resultado, el lobo se la comió y a la abuelita de la niña también. Al final, los leñadores la rescataron de la panza del lobo.
Escrita así, es una historia sosa, espantosa y te preguntas por qué es un buen relato. 🥴
Ahora, cambiémoslo:
Una mamá advirtió a su hija que no hablara con extraños, pero la niña habló con el lobo, quien se adelantó y engulló a la abuelita. Cuando la niña llegó, se dio cuenta de que había algo extraño e hizo preguntas para descubrir la verdad. Pero el lobo fue más astuto: antes de que la niña terminara su cuestionario, se la tragó. Pero la dicha del lobo no duró: los leñadores se dieron cuenta y le abrieron la panza. La niña y su abuela volvieron a vivir.
Más divertida, ¿verdad?
Todo, por los peros. Cada pero introdujo el giro dramático (el conflicto). Así, un texto aburrido pasa a ser entretenido, porque es claro que hay puntos álgidos: queremos saber si el problema tuvo solución, y por eso leemos. 🙌🏻
Si lo quieres, en este caso, el pero abre la puerta a la curiosidad (y somos curiosos por naturaleza, así que tu lector se quedará hasta descubrir qué pasó 😉).
La fórmula es:
🧬 [Situación]. Así que […]. Pero […]. Así que […]. Pero […].
(La continúas hasta que se acaba).
Conclusión del pero
Es una palabra en apariencia insignificante, pero fíjate en cómo la escribes: debilita o fortalece tu texto, o pone el enfoque en A o en B. El pero influye en tu lector más de lo que imaginas.
Los tres usos los tienes dentro de tu sistema; es decir, lo que acabas de leer no es un descubrimiento. Sin embargo, solemos escribir el pero a la ligera. Entonces, cuando revises tu texto (ya sabes, no se trata de escribir y decir: “Quedó listo”, sino de escribir y pulir y pulir), encárgate de incluir peros estratégicos o analizar el uso de los que ya escribiste. De esta manera, te aseguras de activar la emoción que quieres en tu lector.
Como “sin embargo” y “no obstante” son hermanos del pero, funcionan igual, con dos salvedades:
▪️ Si los repites y los repites, el texto se vuelve monótono. El pero no se nota tanto por ser bisílabo y porque lo usamos de forma recurrente al hablar.
▪️ “No obstante” tiene un uso poco frecuente. Entonces, si lo usas de forma recurrente o forzada, tiende a parecer pretencioso; lo que te resta puntos, pues tu lector se desconecta.
Recomendación del pero
Para vender o persuadir, dale play al video para aprender un uso práctico del pero.
Chaíto,
Clau
👉🏻 Compártelo. Así, tus conocidos o las personas que quieres aprenden a comunicarse de forma efectiva.
Y suscríbete si quieres más. ⤵️
Hola Claudia, me encanta tu contenido, algo había leído sobre este tema, PERO :), con tu explicación quedo mas que claro, gracias por tu contenido, te sigo en todas tus redes, espero sigas con tu Podcast, soy seguidor tuyo allí.
Saludos desde Ecuador.
Y un abrazo a la distancia.